¡Oh Dios mío…! Confesiones de una emprendedora

¡Oh Dios mío…! Confesiones de una emprendedora

A menudo, los grandes inventos empiezan con una exclamación: unos nacieron con un Eureka y, otros, como el mío con un “Oh Dios mío…”. Así se expresa Marta Fernández Cuevas, responsable de la concepción, diseño y desarrollo de Pillow Bra, un sujetador antiagin del que ya hemos hablado. Pero hoy te queremos contar cómo surgió este revolucionario invento que evitará las arrugas en el escote de millones de mujeres. Todas aquellas que lo usen, claro está. Nos lo cuenta en primera persona.

¿Os habéis preguntado alguna vez porqué y cómo comienzan a aparecer esas pequeñas arrugas en el escote?. Puede que, como me ocurrió a mí, no lo notéis si tenéis 20 años, pero después de algún tiempo os aseguro que un día os miraréis en el espejo y “Oh, horror, ¿qué son estas líneas verticales entre los pechos? ¿Cómo han aparecido?”. Esta es mi historia y la de tantas otras mujeres que han pasado de los 20 años pero siguen preocupándose de su aspecto físico y su salud, y así nació Pillow Bra. Confieso que inicialmente me preocupó bastante, pero lejos de echarme atrás, comencé a buscar soluciones a este problema desde el primer día.

Marta Fernández Cuevas Creadora del sujetador para dormir Pillow Bra

Aunque duermo habitualmente con sujetador, observé que cuando lo hacía de costado no impedía que los pechos se deslizaran uno sobre el otro arrastrando y concentrando toda la piel del escote en la zona donde se unen los senos y entre ellos. Permanecer en esta postura durante horas, provocaba que cada mañana al levantarme toda la piel del escote y la de la zona intermamaria, mostrara unas antiestéticas líneas verticales que solían desaparecer durante el día, pero tan sólo para volver a aparecer de nuevo a la mañana siguiente.

Este hábito de dormir en la misma posición noche tras noche acabaría provocando que un día, éstas ya no desaparecieran, instalándose en la piel definitivamente, en forma de esas horribles arrugas que tanto afean nuestro escote en un proceso similar al que sucede en nuestro rostro con las arrugas de expresión, que se van generando por la repetición continua de nuestros gestos habituales.

Puesto que todo indicaba que la arruga nacía durmiendo de costado, me dije: “¡Fácil!, durmamos boca arriba”. Pero después de un par de noches pude comprobar que en esta posición los pechos se deslizaban hacia los lados, tirando de la piel desde el centro y forzándola, aparte de provocar dolor lumbar.

“Probemos a dormir boca abajo”, seguí pensando, pero, obviamente aparte de tremendamente incómodo, suponía aplastarme los senos… ¿Conclusión? No, gracias.

Mi postura preferida seguía siendo dormir de costado, a pesar de ser la postura que generaba más arrugas. Decidí colocar una pequeña almohada entre ellos. Parecía funcionar al principio, pero la almohada se deslizaba y era necesario volver a colocarla una y otra vez por lo que, sí, conseguí tener los pechos separados, pero no pude pegar ojo en toda la noche.

A pesar de todo, no me di por vencida y seguí observando cómo se comportaba el pecho en distintas posturas que solemos adoptar al dormir: si se estiraba, hacia qué lado, y cuál era su posición natural y más cómoda. Y mientras seguía pensando un día tras otro en soluciones para evitar la formación de las arrugas me di cuenta de que la solución consistía en ¡RELLENAR!, no separar.

De ese modo surgió la idea de crear una almohadilla que se adaptara a la forma de los pechos, rellenando de forma flexible, el vacío que se generaba entre los mismos. Al no juntarse, no se producen arrugas en la piel existente entre ellos ni tiran de la piel del escote.

Sin embargo, me quedaba otro problema por resolver ¿qué hacer para evitar que ‘cayeran por su propio peso’? ¡CONTENERLOS! La falta músculo alguno que los soporte, siendo la piel su único sostén, hace que el pecho pierde consistencia y se caiga, tirando su  de la piel del escote. Por ello siempre necesiten ser soportados por una prenda adecuada.

Y, sobre todo, ¿cómo hacer que la almohadilla quedara sujeta entre los pechos, sin moverse? Estaba claro que la solución pasaba por crear un sujetador que cumpliera con la función de sujetar sin deformar y a la vez integrara una almohadilla entre los senos para evitar que estos se deslizaran y juntaran ¡y así nacía Pillow Bra!

Pillow Bra, 69 €

Me puse manos a la obra y en pocas semanas tenía un prototipo casero, que fui mejorando gracias a mis estudios sobre patronaje industrial y sastrería. Después de un tiempo, empecé a compartir mi descubrimiento con mis amigas ¡y todas querían uno! Por eso me decidí a fabricarlo y comercializarlo. Ya tengo el producto definitivo, que incorpora todas las mejoras de diseño y materiales que he ido desarrollando a lo largo de los últimos 3 años.

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