Te presentamos un novedoso relleno de ácido hialurónico que corrige arrugas, surcos y depresiones y embellece y recupera volúmenes fáciales. Lo descubrimos, hace apenas unas semanas, en El Instituto Médico Láser y se llama Neauvia.
La diferencia con otros tipos de rellenos está en su gran capacidad regeneradora, debido a sus componentes (glicina y L-prolina) que favorecen la síntesis de colágeno para que éste vaya liberándose progresivamente a lo largo de 12 meses, una vez inyectado. Es decir, no solo rellena y mejora instantáneamente, sino que a medida que el producto se reabsorbe, los tejidos que han recibido esta sustancia se reafirman con el tiempo. También posee una cantidad mínima de calcio, que evita la rigidez cutánea.
¿Dónde se infiltra?
- En el hueso,para levantar zonas hundidas (pómulos, mentón y línea mandibular).
- Zonas grasas (ojeras, mejillas y sien) para devolver el volumen perdido.
- Entre músculos y piel ( entrecejo, surco nasolabial, código de barras, etc) para corregir y prevenir arrugas.
La gama de Neauvia cuenta con distintas formulaciones donde varía la concentración de producto, personalizando el tratamiento en función del sexo debido a nuestras diferencias cutáneas (los hombres tienen la piel más gruesa y en general más grasa) y también en función de lo que decidamos corregir.
Ventajas y diferencias con otros rellenos
- Menor inflamación después del tratamiento ya que inyectando poca cantidad de producto, resulta igual de eficaz.
- No solo sirve para restituir sino para armonizar una cara, arreglar la nariz de un rostro joven, etc.
- Gran capacidad de hidratación y regeneración de los tejidos.
PVP: Desde 320 €, según la cantidad empleada.
Lo he probado
El Instituto Médico Láser me ofreció la posibilidad de probar en propia piel este novedoso producto, y esta es mi experiencia.
Acudí a mi cita concertada y tras una breve charla con la cirujana plástica facial con la que comenté mi deseo de mejorar levemente mis líneas de expresión y la incipiente flacidez de mi cara, me propuso inyectarme una pequeña cantidad de este producto, ya que no quería un gran cambio, sobre todo por temor, me dan pánico las agujas, tengo una piel súper sensible y era la primera vez que me sometía a una infiltración ¿Se me quedará una cara de muñeca?
Pasé a una pequeña sala donde me tumbé en una camilla y una asistente me desmaquilló y desinfectó el rostro y me puso un gorro en la melena. La cirujana prefirió no ponerme la anestesia local, que se suele utilizar en estos casos en forma de crema, porque no lo consideró necesario, ya que apenas duele y así sería más rápido ya que no habría que esperar el tiempo necesario para que hiciera efecto la anestesia.
Después pinchó suave y ligeramente sobre multitud de zonas de mi rostro (entrecejo, frente, surco nasolabial, pómulos, cejas, sienes, mandíbula…) durante muy pocos minutos que pasaron como una exhalación porque apenas me dolió. En el mismo instante que pinchó, en el borde izquierdo del labio superior, me comentó que me había salido un pequeño moratón, pero que no me preocupara porque con el tiempo desaparecería. Ya lo he advertido, mi piel reacciona hasta casi con una caricia.
Nada más levantarme de la camilla y observar mi cara en un espejo comprobé que una arruga que me había salido últimamente en el entrecejo, se había difuminado. También parecía como si mis cejas y mis pómulos se hubieran elevado sutilmente en un momento. Lo que sí me incomodó fueron varios pequeños cardenales que además me salieron en el pómulo derecho y en el entrecejo, que camuflé durante días con maquillaje y corrector, pero sobre todo el del surco nasolabial izquierdo tardó en borrarse totalmente casi dos semanas.
Hace exactamente un mes desde que me trataron y encuentro mi piel bastante más hidratada y con más luz. Parece que mis rasgos están más firmes y esto solo en un mes, así que estoy contenta con la experiencia e ilusionada de que al menos durante un año, mi piel siga regenerándose.
Belleza eres tú os desea
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Juana Acosta
“Belleza es disfrutar de los pequeños milagros cotidianos”