Cosmecéuticos: los medicamentos para la piel

Cosmecéuticos: los medicamentos para la piel

 

Los conocidos cosmecéuticos son aquellos productos que cuentan con una mayor concentración de sustancias activas que hacen que sus efectos sean más potentes. Además poseen una gran capacidad de penetración en la piel, con la que traspasan con facilidad el estrato córneo conduciendo los activos hasta las capas cutáneas más profundas. El resultado que ofrecen es: actuar dónde se les necesita. Como nos explica la Directora de Cosmeceutical Center y especialista en cosmecéuticos, Inmaculada Canterla, “los cosmecéuticos se sitúan entre el cosmético y el medicamento y obligan a que tanto su formulación como sus componentes estén respaldados por ensayos y estudios repetibles y reproducibles”.

Detrás de cada cosmecéutico hay una combinación única de principios activos que bien indicados pueden ser el mejor medicamento para la piel. Inmaculada Canterla trabaja con los activos más avanzados que, en concentraciones idóneas y combinados de forma adecuada, conseguirán cubrir las necesidades de cada tipo de piel.

 

Cosmecéuticos: los medicamentos para la piel

 

ACTIVOS CLAVE PARA EL ANTIENVEJECIMIENTO

Retinoides: es la Vitamina A en sus diferentes formas, más o menos estables. Es la piedra angular de cualquier rutina de cuidado de la piel. Favorecen la renovación celular, previenen la hiperqueratinización (engrosamiento córneo) y mejoran las arrugas finas y profundas, a la vez que aumentan la producción de colágeno, elastina y fibronectina.

Vitamina C (ácido ascórbico): es esencial para la vida. Es precursora de la regeneración de colágeno, inhibe la melanina, inactiva la tirosinasa, es antiinflamatoria, inhibe las MMP’s (metaproteinasas de matriz que degradan el colágeno, la elastina y el hialurónico). Sin embargo, la vitamina C es fácilmente degradada por la luz y el calor, por ello difícil de incorporar a formulaciones cosméticas o cosmecéuticas.

Vitamina E (alfa-tocoferol): es el principal antioxidante lipofílico del plasma, membranas y tejidos. La conjugación de la Vitamina C con la Vitamina E, en un mismo cosmecéutico, conlleva a una sinergia que proporciona resultados magníficos contra la oxidación.

Alfa hidroxiácidos: Normalizan la renovación celular del interior al exterior, suavizan la piel disolviendo los desmosomas que unen las células, estimulan la producción de GAG’s – aumentan el espesor de la dermis e incrementan la producción de ceramidas que mejoran la barrera protectora-. Además, reducen las líneas finas, pigmentación e hiperqueratosis.

 

Beta hidroxiácidos: un ejemplo es el ácido salicílico. Es un agente fundamentalmente queratolítico (reduce el espesor del estrato córneo), que disuelve capa a capa desde el exterior al interior. Es lipofílico, por lo que puede penetrar en la glándula sebácea y eliminar los microcomedones.

Factores de crecimiento: puede considerarse como el “conductor” para la renovación de las células de la piel. Este activador celular envía señales a las células de la piel para que aceleren su proceso de renovación e incrementen la producción de colágeno y elastina. Estimula la reparación de los tejidos mediante la activación de proteínas normales de la matriz extracelular.

DMAE (Dimetilaminoetanol): es un principio activo específico para la firmeza de la piel. El nervio y el músculo no se llegan a tocar, y para que llegue el impulso nervioso es necesario un intercambio de sustancias. Ahí entra en juego la acetilcolina, que con la edad disminuye su concentración. El DMAE (Dimetilaminoetanol) estructuralmente es análogo a la Colina, que aumenta la producción de Acetilcolina en el sistema nervioso central y en la dermis, demostrando su efecto tensor y anti-envejecimiento.

Deja tu comentario

Da una calificación