Yo también me he hecho una exoplastia, un tratamiento capilar para acabar con el volumen indeseable. Y me encanta.
Me llega tanta información que a veces me cuesta procesarla y la archivo para cuando tenga que escribir sobre ese tema. Pero ese día a veces no llega y resulta que me entero del tratamiento de moda, por blogs amigos. Cuando leí Tengo hora para una exoplastia, en Del espejo al Diván, el blog de Marta Cámara, creía morirme de envidia. ¿Que se ha hecho un tratamiento capilar reconstructor y de alisado y está encantada? «salí con el pelo liso, que no lamido, fuerte, con algo más de volumen y grosor, sin puntas abiertas y muy bien nutrido».
La envidia no suele ser un sentimiento que domine mi vida. Es más, odio que la gente copie mi ropa, maquillaje, fragancia. Suelo comprar en sitios no del todo habituales, no soporto que alguien diga eso de ‘¿dónde te has comprado…?’ y me acuerde del sitio, porque claro otro de mis vicios es no mentir y si recuerdo dónde lo adquirí lo tengo que decir, aunque la mayoría de las veces suele ser en lugares de vacaciones difíciles de acceder cuando no estamos en temporada estival, regalos que, de verdad, no sé de dónde son o trapitos de temporadas tan atrasadas (lo reconozco, no soy una loca por las compras) que si llaman la atención es porque parece vintage cuando lo cierto es que lo son.
Lo de los perfumes es más complejo, y más de uno he tenido que regalar por descubrir que alguien cercano usaba la misma fragancia que yo. De ahí que sea tan fanática de las ediciones limitadas e incluso personalizadas, cuando el bolsillo me lo permite.
Pero cuando hablamos de disciplinar cabello… ¿Qué tiene de malo copiarlo? Sobre todo cuando quien me da la idea es una joven rubia alta y delgada que nada tiene que ver conmigo. Vamos, que aunque yo me haga el mismo tratamiento que ella, nadie va a apreciar que me he inspirado en Marta.
Así que después de leer su artículo me puse a rebuscar en mis carpetas a ver si yo había recibido también esa información: ¡Sí! El mensaje era de The Chi Spa y decía que el tratamiento tenía como principio activo una mezcla de proteínas de colágeno que pasan por un proceso de nanoparticulación y cationización. Interactúa firmemente con las proteínas capilares, formando una red tridimensional que llena porosidades, fortalece, involucra y alisa pelo a pelo.
¡Lo quiero! y lo tengo. No tardé más de una semana en ir a probarlo. Creo que ya os he contado en varias ocasiones que el problema de mi pelo es su volumen y encrespamiento. Adoro mis rizos, pero esa costumbre que tienen de adquirir vida propia cuando llueve, hay humedad, sequedad, no les gusta el champú, el cepillado… Vamos que van a su aire, y como yo, ni sé ni me gusta peinarme, pues tengo que doblegarme a sus exigencias e ir como ellos quieren.

Exoplastia. The Chi Spa
Así que allí me planté yo, en Chi Spa, a hacerme una exoplastia que, como dice Marta, tiene tela el nombrecito. Lo peor, 3 horas de reloj, ni un solo minuto dejó de trabajar la estilista con mi pelo, mecha a mecha aplicando el producto, masajeando para que penetre, aclarando, peinado, planchando… Dudé entre escoger el tratamiento ‘liso-liso’ o sólo antiencrespado, me gusta más este último, pero aposté por el primero. Salió mi vena investigadora y dije «a ver si es verdad que se queda liso espejo sin tener que pasarme la plancha cada vez que lo lave».
Mi pelo es un rebelde y aunque las primeras semanas (el tratamiento dura unos 4 meses) aguantó tinte, varias sesiones de cloro y lavados múltiples sin estilismo de ningún tipo, he de decir que perdió su liso y sólo recuerda su falta de encrespado, que a mí me vale porque como ya he dicho a mí me gustan los rizos, lo que me molesta es que se disparen a su libre albedrío. Se supone que el tratamiento se activa con el calor, que simplemente pasando el secador de pelo, sin brushing, ni plancha, recuperaría el liso del primer día. Pero yo me quedo con mi melena libre de frizz. Deseo concedido.
La exoplastia trata mientras alisa, se puede hacer en cualquier tipo de cabello, incluso los que tengan química o tinte (com el mío), porque su fórmula no contiene guanidina, tioglicolato, formol, etanolamina, o hidróxidos.
Esta indicado para cabellos con volumen indeseable, frizz, indisciplinados, crespos (hasta aquí la descripción de mi pelo), afro, sin vigor, sin brillo, post-otros alisados, post-decoloraciones, post-coloración de todos los tipos. Consiste en un llenado proteico en todas las escamas del cabello, promoviendo un alisado y una reconstrucción inmediatos.
Los resultados son: cabello renovado, liso y luminoso. 100% de liso en prácticamente todos los tipos de cabello. Mejora aspectos como aspereza, sequedad, dobles puntas, frizz, falta de vigor y brillo.
PVP: 270 €. Sí, ya sé que me vais a decir que es un poco caro, pero dura entre 4-6 meses, si tenéis en cuenta el tiempo y dinero que vais a ahorrar en plancha, si es vuestro deseo, como era el mío, es un capricho razonable.
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Juana Acosta
“Belleza es disfrutar de los pequeños milagros cotidianos”