¿Por qué se cae el pelo en primavera?

¿Por qué se cae el pelo en primavera?

Hay una amplia variedad de factores que pueden afectar a la salud del cabello y su crecimiento. En primavera, la caída capilar se acentúa, pero es un proceso estacional, lo normal es que el pelo se recupere. Lo importante es el equilibrio entre la cantidad que se pierde y la que nace. Si no es así, el problema puede estar en una dieta carente de ciertos nutrientes específicos que afectan al estado del cabello. La falta de proteínas y minerales puede provocar trastornos capilares.

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Cada pelo crece por debajo de la piel, alimentado por los vasos sanguíneos en la base del folículo. Desde que empieza a crecer hasta que llega a caerse, varios años después, pasa por 3 etapas diferentes:

  1. Crecimiento o anágena: el cabello nace, y crece entre dos y cinco años (depende de cada persona, por eso hay quien no llega nunca a tener una melena muy larga, pero ello no es sintomático de ninguna carencia, es más bien genético).
  2. Catágena: el cabello deja de crecer y el folículo capilar se reduce.
  3. Reposo o telógena: dura alrededor de 5 meses, el pelo cae, y el folículo comienza a generar uno nuevo. Si esta última etapa se reduce o se inicia demasiado pronto, puede haber un exceso de caída o debilitamiento. Para prevenirla conviene ayudarnos con tratamientos tópicos o complejos vitamínicos orales que resultan eficaces para el control de la caída.

Complejo anticaída Vitaforce de Llongueras (10,50 €). Combate la caída estacional y refuerza la resistencia de los cabellos débiles. Estimula la microcirculación facilitando el aporte de nutrientes.
Tratamiento Anti-Caída de Arginina Resist x3, de L´Oréal Paris (19,90 €). Arginina y aminexil que «permite  ¡salvar 1000 cabellos por semana!»  asegura Rebeca Lombardo, peluquera oficial de L’Oréal.
Complemento alimenticio de Viviscal (49,95 €). Crecimiento saludable del cabello con biotina, cinc, vitamina C, niacina, hierro y un complejo proteico marino.

Problemas de estrés. Es una de las causas de algunos trastornos capilares. En situaciones de estrés o ansiedad la glándula suprarrenal funciona en exceso y produce más adrenalina de la necesaria, lo que incrementa la testosterona provocando que el cabello se debilite.

Anticonceptivos y algunos medicamentos para la tensión, diabetes o colesterol pueden también tener efectos secundarios que repercuten en el crecimiento del cabello.  Y por supuesto el tabaco que, al perjudicar la circulación sanguínea, el riego de los folículos (que dan de ‘comer’ al pelo) se dificulta.

Por todo ello si después de unos meses notamos que la caída continúa siendo superior a la renovación capilar, debemos acudir al especialista. Sólo él podrá valorar el tratamiento más adecuado en función de que el problema sea una dieta desequilibrada, una situación puntual de estrés, una medicación, un trastorno hormonal, etc.

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