El poder de atracción de un escote bonito sigue más vigente que nunca. Quizá por eso la cirugía de aumento de pecho continúa siendo una de las cirugías corporales más demandadas del mundo.
Hoy se busca un resultado más natural, y se consigue con técnicas menos invasivas y mayor seguridad en los resultados, prótesis de máxima calidad y un seguimiento en consulta con el cirujano mediante control por ecografía de alta resolución.
La evolución de las técnicas quirúrgicas (que reducen el postoperatorio y aumentan la comodidad de la paciente) y la mejor adaptación de los implantes mamarios a la anatomía femenina son los principales motivos de que en los últimos años se haya alcanzado un nivel de satisfacción del 93%, uno de los más altos de la cirugía plástica.
EL TAMAÑO SÍ IMPORTA, Y LA FORMA TAMBIÉN
Aunque sigue siendo una cuestión de gusto personal, la apuesta por la máxima naturalidad es un síntoma de modernidad en los casos de aumento mamario. Se impone el sentido común en el tamaño. Hemos pasado de las prótesis redondas tipo globo, que perdían por completo el sugestivo canalillo, a las más discretas en forma de lágrima, con resultados más naturales que nunca. Los implantes anatómicos consiguen una transición suave en la parte superior de la mama y evitan esa «redondez» antinatural.
El control del tamaño del implante y tipo de copa deseado se debe realizar en consulta y ha de estar perfectamente ajustado a la anatomía de la paciente como un traje a medida.

«intimidad» rosa irene. Olga Berrios
SIN DRENAJES, SIN VENDAJES, SIN INGRESO
La técnica empleada por el Dr. Sordo (desarrollada por el Dr. John Tebbetts de EE.UU., una referencia mundial en aumento mamario) se basa en el uso del bisturí electromagnético que controla la coagulación, todo ello bajo visión directa asistida por fibra óptica.
Mediante esta técnica se consigue un control perfecto del espacio y de la coagulación que permite no utilizar drenajes que acaban en contacto directo con el implante, ni tampoco vendajes para “sujetar la prótesis en su sitio” ya que el espacio se talla a la medida exacta del implante. La paciente sale directamente con un sujetador de quirófano y tras unas horas de recuperación es dada de alta en el mismo día con la máxima comodidad.
Esta técnica permite movilizar brazos y realizar una actividad normal desde el primer día exceptuando ejercicio aeróbico.
ALTA RESOLUCIÓN
Es fundamental que el implante no se convierta en un problema ni una fuente de preocupaciones y la paciente pueda disfrutar de su vida con la máxima tranquilidad. Dado el grado de confort y adaptación, resulta habitual que los pacientes olviden por completo que tienen implantes de mama. Sin embargo, es recomendable realizar algún control periódicamente para asegurarse de que sus prótesis están en perfectas condiciones.
Por este motivo el Dr. Sordo (miembro numerario de la SECPRE, Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética; AECEP, Asociación Española de Cirugía Estética Plástica; y EASAPS, European Association of Societies of Aesthetic Plastic Surgery) incorpora a su cartera de servicios un ecógrafo de alta resolución con el que controlará periódicamente que el implante está intacto y la paciente puede seguir tranquilamente haciendo vida normal hasta la próxima revisión.
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