El 50% de la población femenina padece acné activo o sus secuelas y un 7 % de ella afirma que supone un grave complejo, mientras que la mitad reconoce que las condiciona levemente. Las más afectadas son las mujeres entre 18 y 29 años, y es que a medida que avanza la edad, las mujeres lo tienen mejor asumido. Para disimularlas, un 50 % recurre al maquillaje ya que les ayuda a verse mejor, aunque un 7 % no lo asume ni con él.
¿Pero qué es exactamente el acné, cómo se produce, hay diferentes tipos? La Doctora Montserrat Planas, Directora médica de los centros The Republic of Reborn (Cataluña), experta en la aplicación de láser y fuentes de luz, nos aclara algunas dudas sobre este problema al que muchas jóvenes prefieren ni nombrar.
El acné es una enfermedad que se caracteriza por la aparición de lesiones en la piel como consecuencia de una inflamación y posterior infección del poro folicular. Se manifiesta clínicamente con diferentes tipos de lesiones, pudiendo presentarse varias de ellas en un mismo paciente. Estas lesiones pueden ser inflamatorias y no inflamatorias.
Dentro de las no inflamatorias se incluyen los comedones cerrados y abiertos «puntos negros». Entre las inflamatorias están pápulas rojizas, pústulas, nódulos y quistes. Estas dos últimas son las más importantes, ya que pueden dejar cicatrices residuales en su evolución, que son la secuela más importante del acné.
CUÁNTOS TIPOS DE ACNÉ PODEMOs ENCONTRAR?
- Vulgar. Se caracteriza por la presencia de comedones, pápulas, pústulas, quistes y nódulos en la cara, cuello y parte superior del tronco y hombros. Típico durante la adolescencia, se presenta con diversa gravedad.
- Comedoniano. La seborrea de la piel aparece con numerosos comedones. Es la forma más leve.
- Papuloso. Gran cantidad de comedones, muchos de ellos inflamados. Las lesiones presentan pus.
- Atrófico. Es un acné papuloso, sobre todo si es muy intenso. Evoluciona dejando pequeñas oquedades y cicatrices en la piel.
- Conglobata (masa redonda. Se caracteriza por la presencia de numerosos comedones con gran tamaño, algunos de ellos dobles o triples, así como por la aparición de grandes abscesos con fístulas que los comunican entre sí, quistes y nódulos inflamatorios. La supuración es frecuente y en ocasiones abundante. Algunas veces se presenta asociado a otras enfermedades, por un defecto del sistema inmunitario, al parecer.
- Premenstrual. Hace referencia a lesiones de acné, que aparecen o empeoran durante el período previo a la menstruación en las mujeres. Se debe a las modificaciones hormonales que se producen durante el ciclo.
- Acné neonatorum o del recién nacido. Poco numerosas, son lesiones papulo-pustulosas que aparecen en la cara durante las primeras 48-72 horas de vida. Al parecer, están relacionadas con la progesterona materna en la sangre del recién nacido.
- Queloideo. Se caracteriza por cicatrices residuales, que engrosan formando queloides. Es más frecuente en la raza negra y oriental.
- Tropical. Variedad que se da especialmente en regiones tropicales con clima cálido y húmedo. Afecta predominantemente a espalda, nalgas y muslos, respetando la cara.
- Acné por contacto. Se debe al contacto con la piel, de forma voluntaria o involuntaria, de sustancias que favorecen la formación de comedones. Es el caso de trabajadores en algunos sectores industriales, que están en contacto con hidrocarburos clorados (cloracné), aceite de petróleo o resinas. También es el caso del contacto con ciertas cremas, maquillajes, aceites e incluso, filtros solares (acné cosmética).
- Iatrogénico. Es el originado por determinados fármacos, como efecto secundario. El ejemplo típico es el de los corticosteroides, pero puede ser producido por otros como los anabolizantes y androgénicos, bromuros, glucocorticoides, yoduros, isoniacida o anticonceptivos orales.
- Acné rosácea. Aún cuando durante mucho tiempo se ha considerado como una forma de acné, sus características clínicas y anatomo-patológicas le dan la consideración suficiente como para considerarla una entidad aparte: la rosácea.
- Acné quístico. Es la forma más grave de acné. Cursa con comedones, pápulas, pústulas y, especialmente, con nódulos inflamatorios, abscesos dolorosos indurados y quistes con ocasionales costras sangrantes.
ADULTO VERSUS ADOLESCENTES
Los trastornos hormonales y glandulares son los responsables del acné en la mujer adulta y en muchos casos, en la paciente puberal. Debe tratarse de igual forma, aunque la respuesta puede ser variable, ya que depende de factores múltiples.
El acné más frecuente se da en la pubertad, aunque cada vez observamos mayor incidencia en la mujer adulta, debido a trastornos hormonales, glandulares o multifactoriales
FACTORES DESENCADENANTES
- Hormonal, como los ciclos menstruales en la pubertad.
- Estrés, impulsado por las descargas de las glándulas suprarrenales.
- Algunos medicamentos
- La exposición a altos niveles de cloro
¿Y LA DIETA?
Hasta hace poco se consideraba que en el empeoramiento del acné desempeñaba un papel importante la alimentación, en concreto ciertos alimentos como el chocolate, las patatas fritas o el azúcar, entre otros. Sin embargo, cada vez más son los hallazgos científicos que demuestran que esto no es cierto. Estos alimentos ricos en grasas, pueden favorecer el aumento de las secreciones sebáceas, y podrían empeorar el acné si está ya desarrollado. En consecuencia, aquellas personas que ya sufren de acné se les recomiendan ciertas normas de higiene dietética, que, aunque no se considera un tratamiento como tal contra el acné, contribuye a no empeorar su evolución. El consenso entre los profesionales de la salud es observar y controlar la dieta del paciente con acné, evitando el consumo de aquellos alimentos, cuya ingesta lo empeora.
Un estudio reciente basado en el seguimiento de 47.335 mujeres, encontró una asociación positiva entre el consumo de leche descremada y el acné. Los investigadores especulan sobre su posible asociación con hormonas como la IGF-I bovina, presente en la leche de vaca; pero esto no se ha demostrado definitivamente. De la misma manera, el marisco puede contener niveles relativamente altos de yodo, que se asocia a la aparición de acné. Las personas propensas deberían evitarlo, aunque probablemente, las cantidades del marisco no son suficientes para causar un brote. También se ha sugerido la relación entre una dieta alta en azúcares refinados y el acné.
Hola! Siempre es mejor mantener la piel muy bien hidratada para evitar la aparición de acné. Yo uso una línea muy buena de Monsia que contiene vitamina E, colágeno y karité que me ha funcionado muy bien.