Tiempo de escotes, incluso top less, nos recuerdan el cuidado de esta zona tan delicada, el pecho.
Su forma y volumen vienen determinados genéticamente pero su piel, rica en colágeno y elastina, está sometida a variaciones continuas de tamaño: menstruación, embarazo, lactancia, fluctuaciones de peso. Todo ello lo vuelve sensible a la flacidez y el descolgamiento. Hidratación, ejercicio y una correcta higiene postural previenen su caída. Cosmética reafirmante, tratamientos en cabina y cirugía corrigen su flacidez.

Gel remodelador de busto de Crea-m
El pecho tiene una sujeción natural de colágeno. Si existe falta de elasticidad, la cosmética actúa rápidamente, manteniendo la zona tonificada, luminosa y sin arrugas. Debe contener ingredientes como CoQ10, protege el colágeno que sustenta la piel, Ácido Hialuronico, hidrata las capas más profundas, Silicio Orgánico y Péptidos con gran efecto reafirmante. Pero hay que aplicarlo todos los días, sujetando la mama para evitar movimientos bruscos. Cuando el problema es falta de tono muscular se corrige con ejercicio.
También el uso de aparatos de estimulación caseros pueden funcionar para activar la circulación y trabajar el músculo pectoral además de realizar tablas de ejercicios concretos que favorecen su tonificación.
En cabina se puede revertir la flacidez del pecho trabajando el tejido tisular y fortaleciendo el músculo pectoral. Masaje manual, radiofrecuencia y alginatos mejoran la tonicidad cutánea y dan firmeza. Regenera las fibras de colágeno y elastina, consiguiendo elevar el seno. Se aconsejan 10-12 sesiones. La estimulación celular de la bioquántica, fuerza al tejido a modificarse por sí mismo y recuperar su estado inicial de elasticidad, firmeza y oxigenación. La elevación del pecho se aprecia desde la primera sesión aunque se recomienda 12 sesiones.
La cirugía de elevación de senos o mastopexia elimina el exceso de piel, sube areola y pezón a su posición anatómica y modela la mama para devolverle la forma perdida. La intervención se hace alrededor de la areola. En casos de gran exceso de piel puede intervenirse además por el surco mamario. La cicatriz quedará alrededor de la areola y vertical; en ocasiones puede ser necesaria ampliarla con una cicatriz en el surco mamario. Si las mamas están muy vacías, hay además que colocar una prótesis.
Cuando lo que se desea es un aumento de pecho, la cirugía clásica , con prótesis cada vez más sofisticadas que no necesitan ser retiradas, redondas o en forma de gota o lágrima, con mayor o menor proyección, rellenas de gel cohesivo, es una opción. Además hoy es posible ver el resultado previo a la intervención, gracias a sistemas de simulación que permite elegir el tipo de prótesis, viendo el resultado de forma ‘real’ antes de pasar por el quirófano.

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El lipofilling, es menos agresivo, consiste en extraer grasa del propio cuerpo e inyectarla en el pecho, en una misma sesión. El resultado es muy natural, sin cicatrices, sin implantes. Se hace con grasa autóloga de la propia paciente, por lo que no hay rechazo. El proceso dura unas dos horas y el resultado es permanente.
Activos booster
Son sérums con una concentración máxima de principios activos. Funcionan como acelerador de la acción para la que está pensado, en este caso elevar y reposicionar el pecho. Cuando la piel se tensa y sube se ‘rellena’ la parte superior del seno, y los laterales, antes caídos, se redondean, igualmente hacia arriba y hacia el centro. Esto crea una sensación de más de volumen.
V6.7 Boobster de Sepai (1), transforma cualquier crema en un producto que rellena, aporta volumen y mejora la tersura de los senos. PVP: 67 €.
Superfit boob job de Rodial. Aseguran que si se aplica diariamente en la zona del escote se puede observar un incremento en la apariencia del volumen del pecho. PVP: 75 €.
Bust Infuser de Talika, Tratamiento en spray que se aplica en el sujetador. PVP: 29,90 €.
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Juana Acosta
“Belleza es disfrutar de los pequeños milagros cotidianos”