La nueva fragancia Única, de Adolfo Domínguez, sale al mercado como un reto a ese sentimiento que cada uno de nosotros debemos trabajar, ser la mejor versión de nosotros mismos, eso es belleza.
Para Adriana Domínguez, hija mayor del famoso diseñador Adolfo Domínguez, Única es “un proyecto muy especial de una marca que nació conmigo, hace ya 41 años. Es un proyecto de perfume muy distinto a los demás. Parte de un concepto de belleza que nos inculcó mi padre, muy feminista”. Rescata el eslogan de los años 80, ‘la arruga es bella’, porque “la belleza no es una cosa lisa, planchada, almidonada, la imperfección es bella”. Proponen una nueva forma de mirar la realidad, aunque en Belleza eres tú siempre la hemos visto así, “una mirada a nosotras mismas y hacia la belleza desde otro punto. A través de un estudio sociológico, hemos analizado mujeres normales, reales, de la calle, partiendo de los 35 años, y también a mujeres conocidas, con éxito en su sector y les hemos preguntado a todas qué es para ellas, la vida, la conquista, qué han ido descubriendo con los años, dónde está el elixir de la vida”. Y con estos datos se empezó a gestar Única “un elixir, que lo que pretende es aunar todas estas cosas en un perfume”.
Elena Anaya, Ángela Molina, Inma Cuesta, Estrella Morente y Najwa Nimri son las abanderadas de la fragancia, protagonistas del spot publicitario, y también del manifiesto que ya está en redes sociales “porque lo que queremos, más allá de un perfume que te seduzca a ti misma, desde donde resultas magnética para los demás, es invitar a todas las mujeres a que se miren con esa óptica de verdad, que sean capaces de asumirse, quererse, y romper con la expectativa de los demás con uno mismo y pasar a ser lo que quieres ser, escucharte a ti y expresar lo que quieres”.
La mejor versión de mí misma
Esta es la conclusión a la que llega el estudio, lo que declara el manifiesto, lo que opinan las mujeres, famosas y no, sobre la perfección y la belleza, ‘quiero ser la mejor versión de mí misma, no como los demás quieren que sean, no como creo que quieren los demás verme, no soy perfecta, ni quiero serlo. Quiero ser como esa pieza restaurada, el delicado mundo del Kintsugi, en las que cada cicatriz se ha cerrado con amor y paciencia, dando paso a una belleza digna’. Eso es lo que 
representa el tapón de esta fraganica, una pieza única, cada tapón es distinto, con las vetas de oro de verdad.
La belleza es como el mármol, “que nos ha inspirado para hacer Única, nos gusta las vetas que hace a cada pieza diferente. No necesita ningún barniz ni ningún proceso químico para tener la belleza que tiene, nosotros abrazamos una belleza natural, cualquier veta que podría ser vista como imperfección pero sin embargo es bello. En concreto nos hemos inspirado en una pieza de mármol traída desde Pakistan, de color verde india” y así es el frasco, de un verde difuminado, degradado, no es nítido, no es una cosa exacta, depende de cómo lo veas, bajo la luz que lo mires, “vuelve a evocar esta representación de las múltiples facetas de la belleza”.
Un perfume que nos reta a ‘mirarnos al espejo’ “tal como somos, siendo capaces, de apreciarnos y ver nuestra diferencia y nuestra belleza, porque muchas veces somos más capaces de ver la belleza en otra mujer y no en nosotras mismas, un ejercicio de mirarnos al espejo como si miráramos a otra, porque de verdad lo que queremos es que el perfume sea una reflexión auténtica de la belleza”.
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