Sí querid@s, este es mi post Número 100 y por eso he decidido brindar a vuestra salud, y belleza. Porque ya sabéis que el vino, además de estar buenísimo, contiene antioxidantes que ayudan a mantener la piel joven para prevenir las arrugas, hidratar la piel y fomentar su elasticidad y firmeza. Además aporta bienestar y relajación. ¿Qué más se puede pedir?

Por eso quiero compartir con tos@s los que me seguís las bondades de este elixir. Por vuestros comentarios, deduzco que no debéis ser much@s. De hecho, a veces me siento como cuando hice un programa de radio la madrugada del 1 al 2 de enero, hablando a millones de oyentes que se recuperaban de la fiesta del 31, durmiendo con la radio apagada, por supuesto. Es decir, hablando sola (de ahí me debe venir la costumbre).

De alguna manera, los opuestos se unen. No hay nada más distante (por lo que me contáis los jóvenes) que la clásica radio (que siempre escucho mientras escribo este blog) y el ciberespacio. Sin embargo, desde que he empezado a escribiros desde esta plataforma, he recuperado aquella sensación de magia que me aportaba el micrófono en la soledad del estudio.

Por eso, aunque a veces siento que no hay nadie al otro lado, siempre me queda un delicioso sabor de boca pensando que a lo mejor hoy, aunque solo sea una persona, ha pasado un instante leyendo mi artículo y le ha parecido bien, mal, interesante, curioso, absurdo, escaso…

bacasclub

Y después de esta nostalgia, os animo a que me acompañéis en esta celebración, mis primeros 100 días, a saborear una copa de buen vino porque:

• Aumenta las defensas.
• Favorece la absorción de las grasas.
• Estimula el colesterol bueno.
• Es diurético.
• Mantiene la temperatura corporal.
• Ahorra vitamina C gracias a sus polifenoles.
• Sintetiza el colágeno  de las arterias, manteniéndolas elásticas y resistentes.

Está demostrado que aquellos que consumen de 8 a 14 copas de vino tinto en una semana están menos propensos a coger un resfriado que los que beben cerveza, bebidas espirituosas o nada de alcohol.

cosasdebelleza

Los antioxidantes, esenciales en la dieta humana, eliminan los metabolitos responsables del estrés oxidativo y actúan como antiinflamatorios. El vino tinto es rico en polifenoles, agentes antioxidantes muy efectivos que contribuyen a mantener joven el organismo y es un magnífico auxiliar anti-envejecimiento de la piel, otorgándole elasticidad, juventud y firmeza.

Los taninos. Son los responsables de convertir el vino en un excelente tónico, no sólo a nivel físico, sino también psíquico. Es un medio natural de recuperación después de un esfuerzo físico y cuando estamos ‘de bajón’. Eso sí, una copa, o dos al día como mucho.

El vino de buena calidad absorbido en dosis razonables en el curso de las comidas facilita la digestión. Es muy rico en vitamina B2, que permite eliminar las toxinas y ayuda a la regeneración del hígado. Participa en el metabolismo de las proteínas y de los glúcidos, estimula la segregación de los jugos gástricos y facilita el proceso digestivo.

Contiene una alta concentración de sales minerales como calcio, potasio, magnesio, silicio. También cinc, flúor, cobre, manganeso y cromo. Y es antialérgico: el vino se opone a todo exceso de formación de histaminas, que es el elemento responsable de los fenómenos alérgicos.

¿Será por eso que la cosmética y los tratamientos de belleza basados en el uso de derivados del vino se están multiplicando? Cremas anti-arrugas, envolturas que combaten la flacidez y la celulitis, vinoterapia en Spas con vino tinto de las mejores bodegas… Trataremos de ello en otro post.

diariofemenino

De momento, sólo quiero saborear todos sus beneficios a través de esta copa que me estoy tomando contigo. Un brindis por ti. A tu salud, y belleza. Porque belleza eres tú.