El yoga es una disciplina tradicional, física y mental de origen indio. Según las doctrinas hindúes en las que se asienta el yoga, el ser humano debe satisfacer tres necesidades para llevar una vida plena: la necesidad física, que es salud y actividad; la necesidad psicológica, que es conocimiento y poder, y la necesidad espiritual, que es felicidad y paz. Y a su unión se llega mediante la meditación con posturas físicas, denominadas asanas. Alcanzarás la paz optando por la modalidad que más te conviene.
ASTHANGA, energía para el relax
Es un yoga energizante y dinámico, que ejercita posturas o asanas combinando respiración y movimiento. En las meditaciones se permanece continuamente alerta y consciente, y se respira rápida y profundamente. Su fin es llegar a controlar la mente y el pensamiento, por lo que está indicado para estados de nerviosismo y estrés.

Favorece la relajación y mejora la digestión. Siéntate sobre tus talones. Mete la cabeza entre los hombros y, redondeando la espalda, lleva la cabeza al suelo. Toca los pies con tus manos y mantén la postura unos segundos.
IYENGAR, cuestión de posturas
Su práctica resalta la implicación de la mente en la realización de las asanas. Se hace observando los movimientos y detalles que forman una postura o ejercicio respiratorio, pero manteniendo la pasividad del cerebro y de sus órganos de expresión, sobre todo ojos y oídos. En las clases hay una gran participación verbal por parte de los profesores, y es ideal para quienes quieren corregir sus posturas.
HATHA, del cuerpo a la mente
Es un yoga que parte de lo físico para beneficiar la salud mental. Se concentra en las posturas corporales y tiene una gran eficacia terapéutica, preventiva y para la rehabilitación. Como se hace mucho hincapié en la relajación corporal mediante la vinculación con la mente, es ideal para la recuperación de lesiones y contracturas y la corrección de malas posturas corporales que generan otras dolencias.

De pie, con las piernas separadas el ancho de las caderas, adelantamos el cuerpo a la vez que subimos el brazo izquierdo y la pierna derecha. Si no somos capaces de mantener el equilibrio podemos ayudarnos de un apoyo, una silla por ejemplo. Si dominamos la postura, cogemos la pierna de arriba con la mano correspondiente y estiramos. Mantenemos unos s, volvemos a la postura inicial y repetimos cambiando la posición de brazos y piernas.
KUNDALINI, si ya tienes una edad
Las posturas son sencillas, requiere poca exigencia física y su práctica genera tranquilidad, porque los movimientos son lentos o se trabaja en posturas estáticas. En sus clases se incide mucho en la respiración y la relajación, por lo que es perfecto para personas muy tranquilas y pacíficas, o para quienes necesitan reducir la velocidad de su ritmo de vida.
BIKRAM Y AÉREO
No son tipos de yoga propiamente dicho, simplemente se refieren al ambiente en que se practica. El primero en una sala con altas temperaturas, 40ºC, y el segundo suspendido en el aire.

El nervio de la vida. Levanta una pierna hacia delante sin doblar la rodilla, si no tienes equilibrio puedes apoyar el talón en una barandilla. Lleva el cuerpo hacia delante y agarra el pie con las dos manos, o hasta donde llegues. Mantén la postura estirando todo lo que puedas las columna vertebral. Relaja y repite con la otra pierna.
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El bikram es fantástico, a esa temperatura tu cuerpo está más caliente y las posturas son más fáciles. Además es buenísimo para la piel.
Gracias 😀 un abrazo.
Q buen dato Mayte! Muchísimas gracias. Ahora sé porque no me gustó cuando fui. El que debo practicar yo es otro, el yoga ASTHANGA. Gracias, besos desde Perú.
Es que muchas veces no hacemos el ejercicio adecuado a nuestras características, llegando incluso a provocarnos más mal que bien. Por eso la solución no es dejar de moverse, sino buscar la actividad que más nos va. Un saludo Tesa y gracias por estar ahí.