Las fiestas navideñas son días de amor y paz, de encuentros y momentos de introspección, de idas y venidas, de comidas y regalos. Son jornadas en los que se concentra emotividad, acción, preparativos y tantos detalles para tejer reuniones, quedadas y compras, que pueden extenuarnos.
Dedicar un rato para nuestro bienestar es imprescindible para estar bien con todos y con cada una de las situaciones a las que nos enfrentamos, que son muchos y muchas y en concentración tal que pueden desestabilizarnos.
Yo me he escapado por un par de horas a Natividad Lorenzo y he probado un tratamiento completo facial y corporal. Me lo he auto regalado por Navidad, porque me lo merezco y los demás se merecen que ofrezca lo mejor de mí, y para ello nada como parar, tomar aire sabiendo quien soy y donde estoy y, ahora sí, disfrutar de lo que queda de año para empezar el próximo con ganas y felicidad.
Lo he probado, masaje relajante
Es una terapia manual destinada a mejorar el bienestar de la persona, ya que su máximo objetivo es aumentar la producción de endorfinas en nuestro cuerpo.
El masaje es un método de valoración y tratamiento manual de aquellas partes del cuerpo humano, que presentan alguna dolencia, o susceptibles de presentarla, con el objetivo de mejorar el dolor, reducir o eliminar tensiones musculares, mejorar la circulación sanguínea y linfática y conseguir un alivio del estrés, la ansiedad y las tensiones del día a día.
Cómo se realiza este masaje
El objetivo principal es aliviar la tensión y conseguir un estado mental de relajación, priorizando las manipulaciones y los pases suaves por encima de los movimientos bruscos y fuertes más reservados para el masaje terapéutico o descontracturante
Beneficios del masaje relajante
Se trata de una terapia manual muy segura, complementaria a cualquier otra terapia o tratamiento convencional o natural, destinado a mejorar bienestar de la persona, ya que su máximo objetivo es aumentar la producción de endorfinas en nuestro cuerpo, conocidas también como las hormonas de la felicidad.
Algunos estudios han demostrado que los masajes pueden servir en casos de ansiedad, trastornos digestivos, fibromialgia, dolores de cabeza, insomnio relacionado con el estrés, lumbalgia, síndrome de dolor míofascial, neuralgia, distensiones o lesiones de los tejidos blandos, lesiones deportivas, dolor en la articulación temporomandibular, dolor de cuello y espalda alta.
Más allá de los beneficios que posee para las afecciones o enfermedades específicas, algunas personas, como yo, disfrutan del masaje, porque produce sentimientos de cuidado, comodidad y conexión.
Remodelado Míosfacial, el complemento perfecto
También lo probé para, además de conseguir un equilibrio perfecto cuerpo y mente, mejorar mi aspecto del rostro que, como consecuencia del estrés, trabajo intenso, y que el invierno a mí me sienta de pena, lucía cansado, apagado y triste.
El masaje miofascial o kobido
Empezó a ser practicado por los samuráis, quienes lo empleaban por sus efectos relajantes tras las batallas. Después este masaje estuvo tradicionalmente reservado a la realeza. Pensado para aumentar la salud y la longevidad, en 1472 la emperatriz de Japón lo convirtió en tratamiento de uso exclusivo de la familia imperial. Kobido significa antiguo camino de la belleza y se trata del masaje facial oriental más antiguo del que tenemos documentación.

Con Natividad Lorenzo, directora del centro que lleva su nombre
Hoy es una técnica renovada a la que también se le conoce como el lifting facial japonés. Basada en movimientos rápidos de percusión y amasamiento, requiere una gran destreza con los dedos combinados con manipulaciones suaves y profundas que estimulan los nervios faciales, trabajando la musculatura subcutánea y aumentando la circulación sanguínea. A la vez mejora el transporte de sangre y linfa, llegando a las células de la piel, ayudando eliminar toxinas e impurezas, oxigenando tejidos, beneficiando la distribución de los nutrientes y estimulando la producción de colágeno y elastina, sustancias responsables de la buena calidad de la piel.
Este masaje trabaja 16 músculos faciales superficiales a distintas intensidades mediante 47 maniobras diferentes. Sus movimientos en el cuello, rostro y cuero cabelludo, produce una profunda relajación y alivio de dolores y molestias, atraen una gran cantidad de oxígeno a la piel, lo que produce la eliminación de toxinas y de células muertas.
Además, con esta técnica asiática, se estimula a nivel profundo la producción de colágeno, por lo que nuestro cuerpo tendrá los máximos beneficios, se verá tonificado, relajado, elástico y más fresco.
El trabajo en frente, temporal, maxilar y cuello, dónde están 24 puntos concretos del rostro, es muy beneficioso, incluso en tratamientos de migrañas o bruxismo.
Así que con este maravilloso tratamiento de Natividad Lorenzo se llevan mejor las fiestas navideñas, con el espíritu de verdad en paz, el cuerpo destentado y el rostro con mejor aspecto ¿Os apuntáis?
Así que ahora sí que sí, estoy radiante por dentro y por fuera (recuerda que el exterior es reflejo del interior) y solo me queda desearos
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