Ya sabemos que limpiar el cutis es una de las rutinas más importantes en el día a día para mejorar nuestra apariencia y tener una piel más sana. Hacerlo a diario, mañana y noche es básico tanto si te maquillas como si no, pero también es importante una limpieza más en profundidad cada mes o al menos cada cambio de estación. Sin lugar a dudas las manos profesionales son la mejor opción pero si no puedes acudir a un centro especializado, hoy, te explico cómo hacer una limpieza facial en casa de forma cómoda, barata y… ¡muy relajante!
Limpiar la piel en profundidad
El primer paso para llevar a cabo una buena limpieza facial en profundidad es retirar todo resto de suciedad superficial y sebo acumulado con un limpiador adaptado a las características de tu cutis (supongo que ya sabes cuál debes usar).
De esta forma, antes de ponernos a limpiar en profundidad, quitaremos cualquier impureza que se haya podido acumular a lo largo del día o de la noche (dependiendo de si te haces la limpieza en un momento u otro del día).
Usar un exfoliante
Después de lavarte la cara, tienes que utilizar un exfoliante. Al utilizar un exfoliante facial, estarás eliminando esa suciedad que no has conseguido limpiar con el primer lavado de cara, porque estaba más pegado.
Debes aplicar el exfoliante en pequeñas cantidades y restregarlo haciendo movimientos circulares, presionando ligeramente y sin olvidar la nariz, los pómulos y la barbilla, que son aquellas zonas donde más frecuentemente se acumula la suciedad.
Abrir los poros
Después de exfoliar la piel, ya tendrás la superficie de la piel completamente limpia. Pero ahora queda hacer la limpieza del interior de la piel. O sea, de dentro de los poros. Y, para ello, hay que abrir esos poros.
La forma más sencilla es mediante un baño de vapor, y el proceso no podría ser más simple. Solamente tienes que hervir una olla de agua, y, cuando esté hirviendo, ponerte una toalla por encima de la cabeza y poner la cara encima de la olla.
De esta forma, el vapor sube, se retiene en la toalla, y ayuda a dilatar los poros de tu rostro. Además, como el calor mejora la circulación de la sangre, lograrás que la piel esté más relajada y todo el proceso posterior sea más fácil.
Ten en cuenta que, para abrir bien los poros, debes estar 10 o 15 minutos con la toalla sobre el agua hirviendo, de modo que busca algún lugar donde estés cómoda para hacerlo.
Extraer puntos negros y granitos
Una vez tengas los poros abiertos, es el momento de extraer los puntos negros y cualquier granito que tengamos.
Para ello, lo primero es limpiarse bien las manos de nuevo y coger dos pañuelos de papel. Después, podemos pasar a extraer las espinillas y los puntos negros haciendo algo de presión con dos dedos, envueltos en el tisú. ¡Eso sí! Hazlo siempre con las yemas de los dedos, nunca con las uñas, porque eso te dejará una marca (cuando no directamente una pequeña herida).
En algún momento puede que salga algo de sangre. Eso significa que el poro está completamente limpio y que no debes seguir apretando. Si aprietas y no sale nada, ni sangre ni suciedad, lógicamente también significará que ya está limpio, así que puedes pasar al siguiente.
Aplicar tónico
Una vez hayas terminado de limpiar todos tus puntos negros, puedes aplicar un tónico con un disco de algodón. El tónico se encargará de terminar de eliminar cualquier impureza que se nos haya podido pasar por alto, y, además, contribuirá a cerrar los poros.
Y ese último aspecto es clave: Si te dejas los poros abiertos, será muy fácil que vuelvan a llenarse de suciedad. Por tanto, antes de hacer cualquier otra cosa, debes aplicar tónico para cerrarlos.
Hidratar la piel
Y, para terminar, una vez hayas hecho todo lo anterior, deberías hidratar la piel. Para ello tienes una gran cantidad de opciones. Nosotros te recomendamos que eches un vistazo a esta guía de compra. En ella, puedes encontrar las mejores cremas hidratantes y una guía sobre cómo acertar al comprar una.
Piensa que, después de todo el proceso anterior, la piel estará algo irritada y enrojecida, por lo que es importante nutrirla en profundidad y ayudar a que se regenere tan pronto como sea posible. Las cremas hidratantes son la mejor forma de lograrlo.
Como ves, limpiar tu cutis en casa no es algo especialmente complicado. Esperamos que esta guía de limpieza facial en tu hogar te haya sido útil y le saques el máximo partido. Y, ahora, si pudieras compartir esta guía con tus amigas en las redes sociales… ¡Nos harías un gran favor!
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Juana Acosta
“Belleza es disfrutar de los pequeños milagros cotidianos”